La mayor parte de los empresarios, en algún momento de la vida de sus empresas, han pensado en lo bueno que sería para el crecimiento de su negocio el modelo de la franquicia. Pero, ¿es franquiciable mi negocio?
Inicialmente, nuestro negocio necesita unos conceptos básicos, que seguro que ya los habéis pensado un montón de veces:
Rentabilidad: Es algo obvio, pero hay que tener en cuenta que vamos a repartir los resultados del negocio. A cambio de algo, lógicamente.
Transmisión: Un tercero tiene que poder aprender las bases del negocio en un período de tiempo relativamente corto. Si somos restauradores de obras de arte, nos va a resultar difícil franquiciarlo, a no ser que tengamos un elemento diferenciador en alguna otra parte de la empresa.
Producto: Necesitamos un producto con una buena relación calidad-precio y al que podamos sumar valor añadido.
Canal de venta: Tenemos que tener nuestro canal de venta perfectamente definido, máxime hoy en día, que disponemos de multitud de formas de llegar al consumidor final.
Personal: Necesitamos poder crecer en personal interno linealmente, mientras nuestros puntos de venta crecen exponencialmente.
Si a estos elementos básicos los aliñamos con otros conceptos como son: la creación de marca, la escalabilidad, el marketing, el trato al cliente, el saber hacer, el valor añadido, la oportunidad, los objetivos, etc., podremos componer un modelo de negocio válido para ser una franquicia.
En próximos post iremos analizando y desarrollando todos los elementos iniciales para que puedas decidir si tu negocio es franquiciable o no.
De todas formas, si quieres profundizar sobre tu modelo de negocio, escríbenos a estrategia@valoraasociados.com y te daremos una opinión desde un punto de vista diferente al tuyo.